Hummus clásico

Por Toptop

El hummus es una pasta de garbanzos suave y cremosa con un sabor rico a especias. Es perfecto para untar o mojar con pan de pita, verduras crujientes o incluso como aliño de ensaladas.

El hummus tiene su origen en Medio Oriente y es parte importante de la cocina árabe. Se cree que se originó en el antiguo Egipto y se ha convertido en un plato popular en todo el mundo.
Tradicionalmente, el hummus se elabora con ingredientes sencillos como garbanzos, tahini (pasta de sésamo), ajo, jugo de limón y especias. A lo largo de los años, se ha adaptado y personalizado en distintas culturas, añadiendo ingredientes para darle un toque único, como pimientos asados o aceitunas Kalamata.

Ingredientes:

Garbanzos: los garbanzos son la base del hummus, pueden ser de lata o cocer los garbanzos secos hasta que estén blandos y pastosos para que el hummus quede cremoso.

Tahine : es una pasta hecha con semillas de sésamo. Puedes comprarla en la tienda o hacerlo tú misma, es muy fácil de hacer.

Receta básica de Tahine 

– Precalienta el horno a 180°
– Extiende uniformemente las semillas de sésamo en una bandeja para hornear.
-Coloca la bandeja en el horno precalentado y tuesta las semillas durante unos 8-10 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas. Vigila de cerca para evitar que se quemen.
– Retira las semillas de sésamo tostadas del horno y déjalas enfriar unos minutos.
– Pon las semillas de sésamo tostadas en un procesador.
– Procese las semillas durante unos minutos hasta que empiecen a formarse pequeñas migas.
– Detén el procesador de alimentos y raspar los lados con una espátula.
– Vuelve a encender el procesador y continúa procesando las semillas de sésamo. Verá que las migas se convierten en una pasta espesa y cremosa.
– Si la consistencia del tahine es demasiado espesa, puede añadir un poco de aceite de sésamo o de oliva en pequeñas cantidades para suavizarla.
– Continúa procesando hasta obtener la consistencia deseada. Si prefieres un tahine más suave, puedes añadir un poco más de aceite.

Una vez que haya alcanzado la consistencia deseada, transfiera el tahine a un tarro hermético y guárdelo en el frigorífico. El tahine casero puede conservarse hasta un mes.

Jugo de limón: El zumo de limón se utiliza para dar un toque de acidez y brillo al hummus. No utilices jugo de limón embotellado ya que tiene un sabor rancio y amargo.

Aceite de oliva: Añade una cucharada de aceite de oliva al hummus, mejorará la textura y lo hará más cremoso. También puedes rociarlo por encima.

Ajo: Para la receta clásica puedes usar un diente de ajo, pero también puedes cambiar 2 dientes de ajo asado para darle un sabor caramelizado.

Comino y sal: El comino es un ingrediente común en las recetas sencillas de hummus y hace que el hummus tenga un sabor un poco más especial. La sal es para realzar los sabores, 1/2 cucharadita es suficiente.

Pimentón o paprika: Se utiliza para adornar el hummus y añadir un poco de color.

Agua: Esto es opcional, empieza con 5 cucharadas y añade más según sea necesario para darle una deliciosa textura ligera y esponjosa.

Cómo se hace el Hummus?

1- Enjuaga y escurre los garbanzos cocidos o enlatados.
2- en un procesador o batidora, añadir primero los garbanzos, el tahine y el jugo de limón, bate y, a continuación, añade el ajo, el aceite de oliva, el comino y una pizca de sal.
3- Procesa los ingredientes hasta que queden suaves y homogéneos. Si la consistencia es demasiado espesa, puedes añadir agua poco a poco para ajustarla a tu gusto.
4- Probar y ajustar el sabor añadiendo más sal o jugo de limón según sea necesario.
5- Una vez que el hummus tenga la consistencia y el sabor deseados, pásalo a un bol y adórnalo con un chorrito de aceite de oliva, una pizca de comino, pimentón y unos garbanzos enteros.

Y ¡listo! Tu delicioso hummus está listo para disfrutar. Ahora, hablemos de algunas opciones para comerlo:

  • Como dip: el hummus es perfecto con pan de pita, tortillas de maíz o verduras crujientes como zanahorias, apio y pepino. Basta con mojar y disfrutar.
  • En sándwiches y wraps: Unta hummus en pan integral o de pita y añade tus verduras favoritas, como lechuga, tomate y pepino. También puedes envolverlo en una tortilla junto con pollo a la plancha u otras proteínas.
  • Como aliño de ensaladas: Mezcla hummus con un poco de zumo de limón y aceite de oliva para crear un aliño cremoso y saludable para ensaladas. Añádalo a una ensalada mediterránea.

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