¿Qué es el Dry Brushing? Todo lo que necesitas saber sobre esta técnica detox

Por Toptop

Si estás buscando una forma natural y efectiva de mejorar la apariencia de tu piel, el dry brushing puede ser la solución que estás buscando. El dry brushing es una técnica ancestral que ha ganado popularidad en los últimos años gracias a sus numerosos beneficios para la piel y el cuerpo en general.

¿Qué es el cepillado en seco?

El cepillado en seco es una técnica ayurvédica, que ha sido empleada durante siglos con el objetivo de mejorar tanto la apariencia como el bienestar general del cuerpo. Consiste en cepillar vigorosamente la piel con un cepillo de cerdas naturales, promoviendo la estimulación de los poros y el aumento del flujo linfático. Este proceso, además de exfoliar la piel, favorece la desintoxicación natural del organismo, proporcionando una amplia gama de beneficios para la salud.

La exfoliación de la piel durante el cepillado en seco también tiene múltiples beneficios. Ayuda a eliminar las células muertas de la piel, estimula la renovación celular y mejora la apariencia general de la piel, dejándola suave y radiante. Además, al eliminar las células muertas de la piel, el cepillado en seco permite una mejor absorción de los productos para el cuidado de la piel que se apliquen posteriormente.

Además de los beneficios para la piel, el cepillado en seco también puede mejorar la circulación sanguínea y estimular el sistema nervioso, lo que puede tener un impacto positivo en el bienestar general. Muchas personas encuentran que el cepillado en seco proporciona una sensación de energía renovada y bienestar después de cada sesión.

¿Con qué frecuencia debes cepillarte en seco?

El dry brushing solo toma unos minutos el día y puedes hacerlo dos o tres veces por semana. El momento ideal es en las mañanas ya que es muy energizante ¡sentirás como todo tu cuerpo se despierta!. Seguramente notarás que las células muertas se irán desprendiendo de cada parte de tu cuerpo y querrás eliminarlas, así que debe hacerse justo antes de la ducha.

Siete pasos para la rutina perfecta de cepillado en seco

1- Comienza por los pies, cepilla las plantas de los pies y las piernas con movimientos largos y suaves. cepilla la piel de estas áreas unas 10 veces. Continúa hacia arriba a lo largo del torso y cepillo hacia el área del corazón/pecho para mejorar la circulación.

2- Repite el mismo proceso con los brazos, comenzando con las palmas de las manos y rozando el brazo hacia la axila. Cepilla cada sección del brazo varias veces.

3- En el estómago y las axilas, cepille con un movimiento circular en el sentido de las agujas del reloj, siempre suavemente.

4- Luego repite el proceso en la espalda, con movimientos hacia arriba, no olvides el cuello y la nuca.

5- Este proceso también se puede hacer en el rostro con un cepillo con cerdas más suaves.

6- Termina tomando una ducha o un baño para eliminar las células muertas de la piel. Puedes hacer algo de hidroterapia en la ducha para potenciar aún más el resultado del dry brushing. Para hacer esto, cambia el agua a caliente durante unos segundos, luego a muy fría (tan fría como tu cuerpo pueda soportar) y luego nuevamente a caliente. Repite esto tantas veces como desees.

7- Aplica un aceite natural o una loción humectante para calmarla piel y nutrirla al máximo.

¿Quién debe evitar el cepillado en seco?

Si tienes la piel sensible o una condición dermatológica como eczema, psoriasis o alergia, el cepillado en seco puede irritar tu piel y esto debe evitarse. En el caso de tener una herida abierta, siempre debes omitir esta zona. Si el cepillado en seco deja la piel enrojecida por un período prolongado de tiempo o con picazón y dolor, es mejor dejar de lado esta rutina

Consulta siempre con tu médico, aunque el dry brushing aporta muchos beneficios al cuerpo y puede ser un hábito permanente, las personas con afectaciones cardíacas o problemas linfáticos deben tener cierto cuidado ya que aumenta el flujo sanguíneo.

¿Cómo elegir un cepillo?

El cepillo debe ser preferentemente de cerdas naturales, con puntas redondeadas para que tengan la cantidad correcta de rigidez sin ser demasiado abrasivas o duras para la piel. Al comenzar, tu piel será más sensible al proceso, pero con el tiempo, es posible que desees cambiar a un cepillo con cerdas más firmes.

 

 

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